Año nuevo otra vez

Año nuevo otra vez, nuevos deseos y propósitos. Seguir una dieta, hacer ejercicio, cambiar de coche, de empleo. Este año no, solo tener salud y no morirnos. Volver a ser como antes (que nos quejábamos de todo). 

Nos preguntamos: ¿Extinguirá el virus a la humanidad? ¿Funcionará la vacuna? ¿Todo se arreglará?

Los expertos nos dicen esto o aquello, pero ellos no saben que va a pasar. Algunos iluminados diseñan el destino de la humanidad desde las cumbres del poder, pero ellos no saben que va a pasar. Nosotros tampoco sabemos que va a pasar.

No nos podemos abrazar, ni tocar, ni viajar, ni juntarnos para reír, llorar o protestar. ¿Que hacemos? ¿Fundamos nuestras esperanzas en Internet? Teletrabajo, teleabrazos, teleamor ¿Funcionará siempre o alguien suspenderá el tema cuando le convenga?

Hace pocos dias algunos servicios de Google dejaron de funcionar unas horas a nivel internacional. No fue portada en la prensa. ¿Fue un fallo o un ensayo?

Pero quizá la epidemia haya dejado algo bueno. Tal vez debemos recapacitar sobre el tipo de vida que llevamos. No conocemos otra cosa porque estamos siempre muy ocupados para pensar. El virus nos ha regalado tiempo. 

Hemos aprendido cosas. Estos dias se ha demostrado que los trabajos peor pagados y de menos prestigio son esenciales para la sociedad. Hemos visto que la naturaleza se recupera pronto cuando no la estamos mortificando. Que somos capaces de ser solidarios y sacrificarnos por los demás. También que nuestras necesidades son menores y más sencillas de lo que creíamos.

Ahora podemos parar y reflexionar, pensar en las cosas que hacemos sin pensar  ¿Que es importante de verdad y que es accesorio? ¿Estamos gastando nuestra vida a cambio de cosas que no necesitamos? ¿Nuestro trabajo es útil y nos gusta o solo es dinero? ¿Nuestra comida es saludable para nosotros y sostenible para el planeta? ¿Provocamos sufrimiento a otros seres para conseguirla? ¿Disfrutar del lujo nos hace felices? ¿Ascender en la escala social nos hace mejores? 

Es conveniente aprovechar este momento histórico para detenernos un momento, hacer un “reset” a nuestras vidas. Podemos cambiar el mundo. Podemos hacerlo mejor. 

Debemos hacerlo mejor porque puede que sea el último aviso.

Equipo de Koré
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