La Medicina Tradicional China sabe desde
hace siglos, que en el cuerpo humano existe un complejo circuito de canales por
donde circula la energía vital (el Chi), que llamamos meridianos. Esta energía
es necesaria para mantener en funcionamiento todo el sistema orgánico.
Al hacer algo tan usual como perforar el
lóbulo de la oreja para colocar unos pendientes podemos estar cortando alguno
de estos meridianos, lo cual provocará problemas en el órgano correspondiente
al flujo de energía interrumpido. Esto no ocurrirá de forma inmediata y a veces
se tarda en detectar una disfunción que se ha manifestado paulatinamente y que
normalmente no se asocia con su causa.
Lo mismo ocurre con los piercings y con cualquier
tipo de herida, sea ésta accidental o debida a intervenciones quirúrgicas. El
cirujano repara los tejidos pero no puede suturar nuestros circuitos
energéticos.
Son especialmente perjudiciales las incisiones
que van en sentido horizontal (como cesáreas o algunas abdominoplastias) ya
que, como la energía circula en sentido vertical, cortan perpendicularmente
muchos meridianos.
Aunque puedan parecer más inocuos,
también los tatuajes contribuyen a la mala circulación energética ya que,
aunque superficiales, no dejan de ser perforaciones.
Recomendamos tenerlo en cuenta y
detectar previamente estos puntos comprometidos a fin de perforar solo en los
lugares adecuados. De no ser posible, como en el caso de traumatismos o
cirugía, sugerimos la aplicación posterior de alguna terapia para
reconectarlos.
En Koré efectuamos reconexiones de los
meridianos con éxito mediante Reflexología Podal, terapia craneosacral o
kinesiología, técnicas que aprovechan y dirigen la capacidad auto-regeneradora
que posee nuestro cuerpo ayudando además a borrar la “memoria” emocional de
daños* que, de otro modo, persistiría durante años.
*En otro post nos
extenderemos sobre este importante tema.
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