No hacemos sino repetir una vez más lo que dermatólogos y
naturópatas ya han dicho muchas veces. La exposición excesiva a la radiación
solar intensa puede resultar muy perjudicial para la salud, tanto como
beneficioso es hacerlo moderadamente.
Actualmente se considera en muchos lugares que si estamos
morenos somos más guapos. Pero arriesgar un cáncer de piel por ello no merece
la pena.
Algunos consejos básicos:
1. Usar sombreros, gorras o gafas de sol para
evitar la luz directa sobre los ojos. Las gafas de sol deberán llevar cristales
homologados con filtro para los rayos UV.
2. Evitar las horas centrales del día.
3. Exponerse progresivamente, sobre todo las pieles
más pálidas.
4. Vigilar la aparición de lunares, especialmente
si tienen volumen.
5. Tener en cuenta que en las zonas de media o alta
montaña la radiación solar es tan intensa como en la playa.
6. Pasear por zonas boscosas también nos pone
morenos pero el riesgo es menor ya que las hojas de los arboles actúan como
filtro solar.
7. La piel de los niños es muy sensible,
recomendable pasear con camiseta y gorro.
8. Una quemadura provocada por el sol es tan grave
como cualquier otra quemadura y deberá ser tratada en consecuencia.
9. Usar siempre protector solar cuyo filtro deberá
ser más intenso cuanto más clara sea la piel. En niños siempre filtro total.
10. Al volver de la playa aplicar siempre cremas o
aceites hidratantes.
11. Beber mucha agua. Mejor sustituir otras bebidas
refrescantes por agua que es lo que realmente nos hidrata.
12. Dejarse asesorar por un profesional, no siempre
lo que está de moda es lo más adecuado.
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