![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3hW2d-rNQkslhRv3dxpidYymqZ08_ZHRy3ftV35d4DGNlB_ZIMlk4dzkkcbNQOfRn3fTyou6MfEHsWgmA4UlNaw7rTwS71z5gtgyfr2l0I_mdXoA0o564Y4U2SE9_ydxhe_xga2EMB6Q/s1600/peusherba2.jpg)
Oficialmente se les atribuye un origen “mecánico” por
rozaduras del calzado o por alguna acción física directa sobre el pié.
Nosotros hemos comprobado que se pueden ocasionar
también de forma refleja. Por ejemplo, una afección bronquial puede
manifestarse en el pié apareciendo un callo en la zona correspondiente a
pulmones y bronquios. En este caso, por más cosas que hagamos, el callo siempre
volverá a aparecer hasta que no solucionemos el problema.
La Reflexología Podal es la técnica recomendada para
ayudar en estos casos.
Asimismo una herida o un callo por rozadura en una
zona llega a provocar una disfunción en el órgano reflejo respectivo.
El remedio de la abuela: Cataplasma de hiedra.
Macerar hojas de hiedra frescas en vinagre durante 24
horas.
Después machacar con el mortero (a ser posible de
madera) y aplicar como una cataplasma en la zona del callo, tapar con una gasa
y dejar actuar toda la noche, Lo mejor seria dejarlo puesto unas 24 horas o
repetir dos noches seguidas.
Otro remedio tradicional consiste en una pizca de ajo
machacado (igual que el anterior) se aplica sobre la zona callosa cubierto con
una gasita y se deja 24 horas. Funciona muy bien pero es irritante no debe
aplicarse fuera de la zona afectada porque puede producir una quemadura.
Al retirar estas cataplasmas el callo debería salir
fácilmente. De no ser así no debemos someterlo nunca a raspados ni manipulaciones
violentas que podrían empeorar la situación.
No hay comentarios :
Publicar un comentario